Muchos son los beneficios que podemos
rescatar del uso constante de Internet. Conectividad, comunicación fluida,
información rápida, entretención e intercambio de archivos son algunos de estos
beneficios pero... ¿serán sólo cosas positivas las que podemos conseguir al
navegar en la web?
Como ya lo hemos mencionado anteriormente,
el uso de Internet no es algo que se deba tomar a la ligera, al contrario,
resulta sumamente importante que se mantenga controlado y por sobre todo
informado de los riesgos que conlleva.
Por ejemplo ¿se ha puesto a pensar si usted
o algún cercano es adicto a Internet?
John Suler señala la existencia de dos modelos básicos sobre un
comportamiento adictivo en Internet.
- El
primero de ellos trata sobre aquellos sujetos muy aficionados e
interesados en utilizar la Red para recoger información, jugar en
solitario, obtener nuevos programas, etc. pero sin establecer ningún tipo
de contacto interpersonal (más que el necesario para lograr sus
propósitos).
- El
segundo tipo lo conformarían aquellos sujetos que frecuentan foros o
chats. Todos ellos tienen en común la búsqueda de estimulación social. Las
necesidades de filiación, de ser reconocidos, poderosos o amados subyacen
a este tipo de utilización de la Red.
El uso de Internet se vuelve peligroso cuando este se transforma en algo
de suma importancia para la vida diaria del usuario. Sin embargo no es un
criterio estable ya que varía tremendamente de unos a otros, variando
segun su disponibilidades de tiempo, dinero y numerosos factores más ya sean
personales o familiares.
Cabe destacar que según algunos psicólogos norteamericanos las
nuevas tecnologías son en si mismas, adictivas, ya que los patrones de
comportamiento son bastante similares a trastornos patológicos como la adicción
al juego o la bulimia.
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